Durante este verano he podido reafirmar algo que ya estaba constatando… el uso y abuso de las nuevas tecnologías.
Me considero una mujer de 37 años moderna, a la que le gusta estar al día de las novedades que van saliendo al mercado, y más teniendo un marido ingeniero… al que se le ponen los pelos de punta cada vez que me cuesta enteneder el funcionamiento de alguna de ellas.
Entiendo y estoy a favor de las nuevas tecnologías, ya que nos proporcionan muchas ventajas, pero es muy importante darles un uso saludable y responsable, para evitar todos los riesgos que pueden provocar.
A lo mejor parezco algo intolerante… pero no me gustan las situaciones en que, para que el niño esté quiero en algún sitio, o para evitar que la líe, los padres le enchufan a cualquier canal de vídeos o juegos, y almenos así, no molesta. Y luego a la larga, esto pasa factura, porque aprenden a depender de ellas para estar entretenidos.
Internet y las nuevas tecnologías proporcionan muchos beneficios: buscar información, formación académica, música, a muchos adolescentes (y también adultos) les ayuda a las relaciones interpersonales… pero por otro lado, y hablando sobretodo de la etapa de la adolescencia, en que el sentido crítico y reflexivo está en construcción, también les proporciona una fuente inagotable de información no contrastada, con contenidos racistas, sexistas, homófobos… Y puede convertirse en un instrumento para llevar a cabo, o para sufrir, acoso por parte de compañeros o desconocidos, a través de las redes sociales, conllevando problemas colaterales como baja autoestima, desequilibrio del autoconcepto, falta de confianza, ansiedad, depresión, dificultades en habilidades sociales…
¿Cómo puedes saber si tu hij@ tiene problemas de abuso de las nuevas tecnologías? Algunas señales de alerta son:
• Se levanta y lo primero que hace por la mañana es conectarse.
• Miente sobre el tiempo que ha pasado conectado.
• Deja de hacer tareas escolares y obligaciones por conectarse.
• Hace un uso excesivo y pierde la noción del tiempo y la frecuencia de conexión.
• Se muestra irritable cuando no puede conectarse.
• Interfieren gravemente en su vida diaria (obligaciones, relaciones…).
¿Qué podemos hacer para reducir este abuso y convertirlo en un uso saludable?
• Hay que poner normas y límites. Pactar el tiempo que puede pasar con las nuevas tecnologías.
• Los padres deben ser los primeros en tomar conciencia y educar con el modelo (todas las normas y límites que se pongan en relación a los horarios, al tiempo, etc… deberían ser cumplidos por toda la familia.
• No prohibáis, ni censuréis… No es la solución. Hablad de las ventajas e inconvenientes de las nuevas teconolgías, y que él mismo pueda ser consciente del mal uso que lleva a cabo.
• No tengáis miedo de hablar con él/ella, a pesar de que comporte discusiones. La evitación alarga y perpetúa el problema.
• Retardad todo lo posible el acceso al primer móvil.
• Enseñarle a respetar a los demás e interesaos por sus relaciones en las redes sociales.
• Fomentar la privacidad (que evite subir fotos personales, que no accepte perfiles de desconocidos, que mantenga su perfil lo máximo privado posible)…
• Y todo esto, respetando su intimidad y dialogando siempre, fomentando una buena autoestima y unas buenas habilidades de relación. Sobretodo, potenciando una relación comunicativa entre padres e hijos. Hablad con ellos, no les tengáis miedo. Un clima de confianza es la base para solucionar cualquier situación.