(PUBLICACIÓN PARA EL BLOC WONDERWOMAN)
Hola chicas!
En pleno proceso de adaptación a la maternidad, lanzo una pregunta para que os plantéeis… ¿Existen las superwomen?
La respuesta a esta pregunta sería un NO rotundo, pero me he dado cuenta que muchas mujeres pretendemos serlo! Y no me refiero a que queramos ser protagonistas de películas (ellas no tienen que fichar en el trabajo, ni cuidar de sus hijos, ni tener la casa lista, ni hacer la comida para mañana, además de ser altas, musculadas e ir bien vestidas siempre). Esto sería imposible e irreal…pero sí que queremos llegar a todo, tener superpoderes, y no morir en el intento.
¿Y si cambiamos nuestro objetivo y en lugar de querer ser superwomen aspiramos a ser wondermum? Para mí, el concepto wondermum es el que define a aquella mujer, que se dedica a diferentes roles en su vida diaria, y lo hace lo mejor que puede, pero siempre con amor. No será perfecta siempre, habrá veces que se equivocará (evidentemente, sólo faltaría, es humana… sino saldría en las películas), no tendrá respuesta para todas las preguntas… pero todo lo que haga en su vida, lo hará con amor y dedicación, tanto en el trabajo, como con sus hijos y su pareja, en casa, con los amigos… y lo mejor, podrá aceptar sus errores, sin fustigarse por ello, porqué sabrá que no es una “mala madre” (últimamente se ha puesto muy de moda este concepto), sinó que es la mejor madre para sus hijos, la mejor amiga para sus amigas, la mejor hija para sus padres y la mejor pareja para su marido, simplemente por ser como es, no por lo que se espera de ella.
Una wondermum querrá llegar a todo, pero será consciente de que a veces no podrá… (sinó la mataría la ansiedad) y sabrá delegar (no puede sentirse responsable de todos los ámbitos que le rodean, porqué ahí, le volvería a matar la ansiedad) y además, por mucho que siempre intente llegar a todo, a veces se equivocará o no llegará (y no por eso será menos perfecta… porqué simplemente, la perfección no existe).
Hoy en día, muchas mujeres, quieren ser un diez en todo: por una parte, quieren ser personas exitosas en su trabajo (y evidentemente, que se reconozca su igualdad con los hombres, ¡sólo faltaría!), y añaden a ser exitosas en otras muchas facetas: ser cuidadoras de la familia, grandes madres, amantes atractivas, y sentirse atractivas, ser pareja ejemplar y comprensiva, retrasar los efectos del paso de los años, que el maquillaje disimule su cansancio, tener una vida activa en las redes sociales, no perder el contacto con sus amistades, ocuparse de su hogar, cuidar de sus padres… Pero personalmente, creo que el rol más importante que debemos ejercer es el de aceptar que la mujer perfecta y que no se equivoca, no existe (además de que sería agotador y las consultas psicológicas estarían repletas de mujeres con trastornos de ansiedad). Es primordial que podamos darnos el permiso de ser mujeres reales (y no por eso seremos “malas madres”). Dejemos las superwomen para los cines, que las que tenemos en casa son preciosas, con sus errores, con su cesto repleto con la ropa por lavar, con la cocina humeando con las comidas de mañana, corriendo para llegar a buscar a sus hijos al colegio… pero a las que no les falta ni un beso ni un abrazo como primer saludo al ver a sus pequeños.